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“Los clientes entienden que estamos en el mismo equipo, trabajamos para ayudarles en todos sus desafíos inmobiliarios”

No existen las casualidades. Detrás de una marca que es inmediatamente relacionada por los usuarios a sus valores, producto de excelencia y experiencia de servicio, siempre hay un modelo de negocio que brinda evidentes diferencias competitivas al mercado.

En 1992, al amparo del gol de Koeman, la firma del tratado de Maastrich y la flecha de Rebollo encendiendo el pebetero olímpico, nace en Barcelona la marca Monika Rüsch. Unos servicios inmobiliarios especializados en vivienda de lujo y alto standing que rápidamente consigue posicionarse en la ciudad.

32 años más tarde, los valores distintivos, la cartera de hogares premium y el servicio que sitúa siempre al cliente en el centro, continúan haciendo historia para la marca. Jordi Gruart Rüsch, 53 años y CEO de Monika Rüsch, nos cuenta en esta entrevista cómo se logra seguir siendo una referencia inmobiliaria en la capital catalana. Y no, no existen las casualidades.

 

Tras más de 30 años de historia inmobiliaria se entiende que lo de Monika Rüsch no es casualidad ¿Qué es entonces? 

Es la confianza como base de toda relación. Creamos relaciones sólidas con propietarios y clientes, basadas en la comunicación, la proximidad y la transparencia. Los clientes entienden que estamos en el mismo equipo, trabajamos para ayudarles en todos sus desafíos inmobiliarios, en todo lo que necesiten. Ofrecemos un servicio único que nada tiene que ver con el que ofrecen otras empresas del sector.

Lo más importante, al principio, es ser rigurosos y consecuentes con las valoraciones. Pasamos horas haciéndolas y analizándolas. Las argumentamos con datos sólidos y veraces, y les explicamos y anticipamos todo lo que va a pasar con su vivienda si no piden un precio atractivo porque sabemos cuánto pagaría como máximo un cliente por su vivienda, ya que llevamos más de 30 años haciéndolo.

El valor de una marca se construye desde su capital humano. ¿Cómo es el equipo de Monika Rüsch? ¿Qué lo hace diferente?

Somos muy buenos profesionales y lo más importante, muy buena gente. Honestos y transparentes; hay mucho desconocimiento y desinformación en temas como la fiscalidad, la documentación necesaria, los precios reales de venta… Nuestro equipo acompaña y asesora en todos estos temas que preocupan a propietarios y clientes. Y lo más importante: nos anticipamos. Resolvemos sus problemas antes de que aparezcan.

Hay valores, hay equipo… ¿Como se logra que haya también producto en un mercado tan saturado como el de Barcelona?

Lo más difícil es captar producto a precio real, pero como decimos en Monika Rüsch “no todo vale”. Encontrar el precio justo es clave. Rechazamos propiedades infladas artificialmente por la competencia, porque no creemos en «vender humo». La confianza debe de ser bidireccional: muchos propietarios que prefieren probar otras opciones, acaban volviendo ya que la realidad del mercado les hace confiar en nuestra forma de trabajar.

El boca-oreja es nuestro mejor aval. Casi la mitad de nuestras captaciones vienen de clientes satisfechos que nos recomiendan, y gracias a nuestra experiencia, podemos trabajar en toda Barcelona.

Entendemos, por tanto, que las viviendas que ofrecen no son únicamente patrimonio de la zona alta de la ciudad… 

Muchas personas creen que solo trabajamos producto de lujo y solo zona alta. Y nada más lejos de la realidad. Llevamos más de 30 años vendiendo y alquilando viviendas en todos los barrios de Barcelona (Eixample, Ciutat Vella, Poble Nou etc.) y también trabajamos otras poblaciones como Sant Cugat, Castelldefels y Sitges.

¿Cómo es actualmente el comprador o el inquilino de una vivienda de Monika Rüsch?

Nuestro principal cliente es extranjero y busca tanto el bullicio de la ciudad como la tranquilidad de algunos municipios cercanos. En la mayoría de las ocasiones llegan bastante “perdidos” y les ayudamos y asesoramos con todo el papeleo necesario para la compraventa o el alquiler. Hablamos su idioma, así como los notarios y abogados con los que trabajamos. Vaya, resolvemos sus problemas de forma ágil y sencilla.

En nuestros más de 30 años de experiencia podemos decir que nunca se han “roto unas arras”, nunca se ha roto un acuerdo, y esta particularidad tiene muchas implicaciones intrínsecas: somos muy metódicos y sabemos exactamente qué es lo que hay que hacer en cada momento.

De media alquilamos nuestros pisos en menos de dos semanas, presentando documentación que garantice la solvencia de los inquilinos. En cuanto a la venta, si nos escuchan y se dejan asesorar, en menos de 2 meses tenemos su propiedad vendida (con unas arras firmadas).

¿Cómo han evolucionado los servicios inmobiliarios de Monika Rüsch del 92 hasta ahora? ¿La marca ha apostado por el cambio sin perder su esencia?

A nivel humano seguimos como el primer día: mismos valores, misma ética, misma excelencia. La satisfacción del cliente sigue siendo nuestro objetivo prioritario, y para conseguirla trabajamos con empatía, confianza, rigor y los máximos estándares de profesionalidad.

A nivel tecnológico el salto adelante ha sido enorme. Hemos mejorado mucho y seguimos mejorando a diario. Acabamos de lanzar nuestra nueva web y estamos implementando innovaciones que nos van a ayudar a perfeccionar la experiencia de los clientes y tener un crecimiento exponencial a corto plazo. Aún no puedo decir más… Y en Internet, Google y Redes Sociales lo estamos petando. Invertimos muchísimo en comunicación; cuantas más personas conozcan nuestra filosofía de servicio y manera de hacer, más transparente se volverá el mercado inmobiliario.

Finalicemos poniendo palabras al compromiso de Monika Rüsch con la propiedad de una vivienda. Cinco palabras que lo definan…

No las diremos nosotros; nuestras reseñas en Google hablan por sí solas. Y hablan de confianza, empatía, honestidad, agilidad en los procesos y tranquilidad. Palabra de nuestros clientes.